Propiedades y usos de las frutas veraniegas


Una virtud destacable de las frutas veraniegas es su capacidad para saciar la sed, especialmente en verano. Pues, cuando se suda, no sólo se pierde agua sino también determinadas sales minerales imprescindibles para el cuerpo. Por ello, los jugos que contiene la fruta, ricos en agua y en minerales orgánicos, nos aportan todo cuanto necesitamos y nos sacian más y durante más tiempo que las aguas minerales o las bebidas con gas.

Respecto a las frutas más comunes en verano:

- el melón es refrescante, diurético, rejuvenecedor de los tejidos y muy adecuado para eliminar líquidos retenidos;

- la sandía es altamente depurativa y muy rica en hierro, ayuda a refrescar y a oxigenar la sangre;

- el melocotón es muy energético, estomacal, diurético y ligeramente laxante;

- los higos frescos son muy nutritivos, laxantes, diuréticos, pectorales (ayudan con los problemas respiratorios), emolientes (suavizan la piel) y contienen mucho más calcio (y más asimilable) que la leche.

- las cerezas son depurativas y desintoxicantes, energéticas y tonificantes del sistema nervioso, ricas en hierro, reguladoras del hígado y del estómago, antirreumáticas y antiartríticas, laxantes y rejuvenecedoras de la piel (ideales para el acné);

- las moras son laxantes, refrescantes, depurativas y muy ricas en hierro y vitamina C;

- los nísperos son astringentes y diuréticos,

- la uva es muy digestible, energética, tonificante del sistema nervioso, remineralizante, desintoxicante, estimula y descongestiona el hígado, diurética, laxante, rejuvenecedora de la piel, y excelente para combatir el colesterol, limpiar las paredes arteriales y estimular el sistema inmunitario.

- los albaricoques son particularmente nutritivos, ricos en hierro, regeneradores de tejidos y tonificantes nerviosos (combaten el nerviosismo y el insomnio), ayudan a subir las defensas, abren el apetito, son astringentes (estupendos para la diarrea), ayudan a broncearse, mejoran la vista y poseen una demostrada acción antienvejecimiento (eran parte esencial de la dieta del pueblo más longevo de la Tierra: los Hunzas).

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Decenas de personas que he conocido han mejorado notablemente su salud cuando les he recomendado incrementar el consumo de fruta y que dejaran de tomarla como postre.

La fruta es el alimento más afín a la naturaleza humana y el que más nos beneficia; y NO engorda a condición de que se tome siguiendo este protocolo:

- nunca tomar fruta como postre ni mezclarla con otros alimentos (pan, ensaladas, etc.),

- no añadirle azúcar ni endulzantes de ninguna clase,

- las frutas ácidas (cítricos, kiwis, fresas y piña) pueden mezclarse entre sí y con manzana pero las frutas dulces o neutras (el resto) no deben mezclarse entre sí;

- comer siempre fruta de temporada, madura, pelada (mejor si se mastica la piel y luego se tira), bien masticada, a temperatura ambiente (o fresca, en todo caso) y no cocerla nunca (sólo las manzanas pueden cocerse sin que perjudiquen);

- los plátanos verdes engordan (son puro almidón), los maduros adelgazan (sus azúcares se asimilan fácilmente y el yodo que contienen estimula y acelera el metabolismo). De hecho, un ex-alumno mío, V. F., come plátanos maduros para mantenerse en su peso adecuado (debe hacerlo por recomendación médica).

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