Alfalfa

La alfalfa: una leguminosa de origen asiático que durante siglos se ha venido utilizando como forraje para el ganado (antes de que llegaran los piensos compuestos) y que ahora se están redescubriendo sus fabulosas cualidades.

Es para mí un placer poder hablaros de este maravilloso alimento lleno de propiedades que, afortunadamente, ya está al alcance de cualquiera (se vende germinada en muchas herboristerías, cooperativas de consumidores ecológicos, ecotiendas, supermercados, grandes superficies y verdulerías).

Y es una suerte que así sea, porque, como os digo, este alimento rebosa propiedades. Aquí van algunas:

- contiene todos los aminoácidos esenciales que necesita un niño y un adulto,
- más vitamina C que cualquier cítrico,
- excelente para combatir la caída del cabello,
- tiende a reducir los niveles de azúcar en sangre,
- antifúngica (combate los hongos),
- es muy rica en clorofila, la cual contribuye a desintoxicar el organismo y a oxigenar la sangre;
- desodoriza, reduciendo el mal olor corporal y el mal aliento (halitosis);
- antioxidante y rejuvenecedora (elimina los radicales libres),
- ideal para la circulación y para reducir los triglicéridos,
- diversos estudios científicos le atribuyen un gran potencial anticancerígeno (Iowa State’s Center for Designing Foods to Improve Nutrition),
- ideal para mujeres que se encuentran en la menopausia, corrigiendo la deficiencia hormonal (rica en isoflavonas),
- excelente fuente de calcio (3 veces más que la leche), magnesio, hierro (antianémica), azufre, vitamina D, vitamina E, vitamina K (antihemorrágica), vitaminas del grupo B y betacarotenos;
- digestiva (por su riqueza en enzimas),
- antiulcerosa.

Y, para mí, lo más importante: es un alimento vivo que aporta al ser humano todos los nutrientes que necesita.

Podéis germinarla en casa (ver artículo germinados en Saliment) a partir de semillas que se venden en las asociaciones de consumidores de productos ecológicos, en ecotiendas y herboristerías.

Si preferís comprarla ya germinada, las bandejitas de alfalfa cuestan alrededor de 1 euro, y cunden para varios días. Creo que eso demuestra, una vez más, que por lo menos en el contexto de la salud y de la medicina naturales, las mejores cosas son gratis (amor, Sol, mar, aire, Naturaleza, ayuno) o cuestan muy poco.

¿Cómo comer la alfalfa germinada?

La mejor manera es añadirla en las ensaladas o bien licuar un puñado de brotes junto con manzana y zanahoria, por ejemplo.
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M. J., una amiga, mejoró en tan solo una semana su estado anímico tras la menopausia y también el aspecto de su cabello. Simplemente, incluyendo un puñado de brotes de alfalfa todos los días en su ensalada.

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