"El señor de la guerra"

El otro día fui al cine para ver una película que me dejó muy buen sabor de boca: El señor de la guerra.

Protagonizada por Nicolas Cage (ganador de un Óscar por Leaving Las Vegas), Ethan Hawke y Bridget Moynahan, y basada en hechos reales, El señor de la guerra cuenta crudamente la vida cotidiana de un acaudalado y poderosísimo traficante de armas.

El director, Andrew Niccol (Gattaca, Simone...), en esta ocasión, se aleja del Hollywood más comercial en una apuesta clara por un tipo de cine alternativo, rebelde y moralizante. El resultado es una magnífica sátira de denuncia con toques de humor corrosivo que pretende sacudir contundentemente la conciencia del espectador. Desde luego, no os aburriréis.

Quizá (sólo quizá) algunos/as de vosotros/as penséis al ver el largometraje que esas cosas sólo pasan en las películas, o que, simplemente, los hechos que se narran se ven magnificados por la licenciosa lente de la cámara. Sin embargo, cuando al final del mismo aparece el rótulo Basada en hechos reales, yo, personalmente, pensé que, al menos en el mundo del tráfico de armas, la realidad supera ampliamente la ficción.

Me quedo con un dato que aparece en la película y que, tras algunas averiguaciones para comprobar su veracidad, he decidido abundar en él:

El Consejo de Seguridad de la ONU es un órgano dentro de la estructura de Naciones Unidas cuya principal misión es la de mantener la paz y la seguridad internacionales de conformidad con los propósitos y principios de las Naciones Unidas.

El Consejo de Seguridad de la ONU se compone de 5 miembros permanentes y de 10 no permanentes. Los permanentes son: China, Rusia, Francia, Reino Unido y Estados Unidos. Y, ¿sabéis qué tienen todos ellos en común? Pues que son los mayores fabricantes y vendedores de armas del mundo. En mi opinión, una curiosa (por no decir hipócrita) forma de mantener la paz y la seguridad internacionales.

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