Agua para Valencia

Estos días ha llovido considerablemente. Hacía mucho tiempo que no sucedía con tanta intensidad. De hecho, este fenómeno meteorológico se está convirtiendo en una auténtica rareza en Valencia.

Sí, es bien sabido que como consecuencia de toda una serie de circunstancias climáticas, y también como resultado de la deforestación (en muchos casos, íntimamente ligada a ciertas prácticas urbanísticas) las lluvias escasean en Valencia; a lo que también escasea el agua. Escasea hasta el punto en que está empezando a convertirse en un preciado y precioso bien que conviene gestionar adecuadamente y ahorrar a toda costa. Y, en ningún caso, derrocharla; o trasvasarla para regar campos de golf o pequeños manhattanes en primera línea de costa levantina. No vaya a ser que tentemos mucho la suerte y un día no muy lejano nos falte para beber o para la necesaria higiene diaria. ¿Os imagináis cuán catastrófica sería esta tesitura para nuestras vidas cotidianas, habituados, como estamos, a abrir el grifo en cualquier momento y disponer de un caudaloso chorro?

La cuestión es que estos días, transitando por las calles de Valencia, he podido atestiguar con gran pena cómo millones de litros de agua de lluvia (la más pura que existe en la Naturaleza) iban a parar a las alcantarillas. Insisto: millones y millones de litros de un agua muy pura en toda la Comunidad Valenciana.

A todo esto, digo yo, si en una zona escasea el agua, ¿por qué no se desarrollan métodos para almacenar la poca que caiga a tierra con la lluvia, tal como se hacía antiguamente con los aljibes; por ejemplo? ¿Sería muy complicado crear un decreto ley que obligara a las empresas inmobiliarias a construir casas y edificios en los que se recogieran las aguas de lluvia y fueran almacenadas posteriormente en un sótano? Luego ese agua, convenientemente filtrada por sencillos métodos de osmosis inversa, podría aprovecharse para uso de los particulares o de las comunidades de vecinos. Incluso para beber.

Y, hablando de todo un poco, ¿alguna vez se os ha ocurrido calcular cuántos litros de agua genera un sistema de aire acondicionado en todo un verano? Pues al día pueden ser entre 25 y más de 100 litros por vivienda (dependiendo de la potencia y del número de unidades refrigerantes). Un agua, dicho sea de paso, que también podría ser muy fácilmente reciclada con vistas a ser aprovechada para la actividad humana. Pues bien, ahora multipliquemos esos 25 ó 100 litros por los centenares de miles de aparatos de aire acondicionado doméstico e industrial que pueda haber en la Comunidad Valenciana. Funcionando, eso sí, durante los largos meses de verano que hay cada año en Valencia.

Por consiguiente, si toda el agua llovida y generada por los aparatos de aire acondicionado en toda la Comunidad Valenciana a lo largo de un año se almacenara y reciclara adecuadamente, ¿no tendríamos una cantidad muy superior a la que, pongamos por caso, vierte el río Ebro al mar en el mismo período de tiempo?

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