Olimpia Rodrigo: comer equilibradamente sin carne ni pescado.

Olimpia, residente en la localidad valenciana de Cheste, acudió a mi consulta por primera vez en diciembre de 2006. Hacía ya algunos meses que había decidido quitar la carne y el pescado de su dieta. Sin embargo, con el tiempo comenzó a experimentar algunos pequeños problemas de salud. Aunque mi conclusión, tras analizar a fondo su caso, no fue que estos síntomas estuvieran directamente relacionados con su decisión sino, más bien, con un conjunto de factores acumulados y de circunstancias personales que, comoquiera que fuese, requerían de una mejora.

Olimpia le comentó a Elisabet, la dueña de la herboristería Sangaré, en Chiva, que necesitaba mejorar su alimentación y que buscaba a un profesional para tal efecto. Entonces, poco después, fue cuando Olimpia se puso en contacto conmigo. Me solicitó consulta para que le enseñase a alimentarse de una forma más equilibrada, y así, de ese modo, aprender y poder mejorar su salud.

Os dejo con la transcripción de una entrevista que mantuvimos recientemente.

Carlos L. Verdés: ¿Cómo conociste mis consultas?
Olimpia Rodrigo: A través de Elisabet, la dueña de la herboristería Sangaré, en Chiva. Verás, yo hacía tiempo que había dejado de comer carne y pescado, pero con el paso de los meses empecé a tener algunos problemas de salud. Además, me sentía un tanto débil y con el ánimo bastante bajo; muy apática.
C: ¿Entonces habías decidido hacerte vegetariana?
O: Sí, aunque quería decirte respecto a esto que algo que me gustó mucho de tus consultas fue tu recomendación de quitarme las etiquetas, incluyendo la de "vegetariana", porque de ese modo podía salir por ahí a comer, y aunque no tomase carne, por lo menos me sentía libre para poder hacerlo. Es decir, que me he vuelto más flexible, más adaptable, y he aprendido a escuchar las necesidades de mi cuerpo en cada momento.
C: ¿Qué destacarías de tu proceso?
O: Pues el hecho de comprobar que es cierto eso de "Eres lo que comes". Es decir, la relación tan estrecha que existe entre la alimentación y cómo uno se siente. Pondré un ejemplo: al ir introduciendo más variedad de alimentos en mi dieta, empecé a descubrir que también mi vida se volvía más variada y más rica. O, por ejemplo, cuando comencé a cuidar la forma en que preparaba los alimentos, empecé a sentir que yo, en realidad, estaba cuidando más de mi propia persona.
C: ¿Y cómo repercutieron estos cambios en tu salud?
O: Los síntomas de la anemia que tenía ya han desaparecido por completo, así como la apatía y una cistitis que no me la quitaba de encima. Aunque en el caso de la cistitis creo que tuvo mucho que ver, también, un cambio en mi actitud paralelo a alimentación. Me refiero a que tú me explicaste que la cistitis implicaba una dificultad para deshacerse de algo que me sobraba y que ya estaba listo para ser eliminado (orina), así que cuando tomé conciencia de eso y empecé a hacer un esfuerzo para deshacerme de esas cosas o actitudes que me sobraban, todo empezó a cambiar sorprendentemente, y la cistitis comenzó a desaperecer.
C: ¿Se te ha hecho llevadero?
O: Como los cambios fueron poco a poco, a lo largo de más de dos meses, tuve tiempo suficiente para adaptarme. Pero, como te digo, mi deseo era empezar a encontrarme mejor y tener más equilibrio en la alimentación, así que los resultados que iba viendo me fueron animando cada vez más.
C: ¿Qué otros cambios empezaste a notar?
O: Físicamente, mucha más energía, más activa, humor más agradable, dormía mejor. Aunque yo creo que mi cambio aún fue más mental que físico.
C: ¿Podrías explicar esto último con más detalle?
O: Quiero decir que empecé a dejar atrás el pensamiento negativo y a tener... como más curiosidad por las cosas que vivía. Al ver los beneficios que la alimentación me estaba produciendo, me animaba mucho. Y al tomar alimentos integrales comencé a darme cuenta de que percibía mejor la realidad que me rodeaba.
C: ¿Hasta qué punto ha cambiado tu vida?
O: Estas mejoras en mi alimentación han provocado como un... efecto bola de nieve, que al final ha producido una mejora en los distintos aspectos de mi vida.
C: Pues muchas gracias por tu colaboración, Olimpia. Has tenido mucho mérito, y te felicito.
O: Yo te felicito a ti.


laolimpia@hotmail.com

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