Crueldad humana sobre los animales

(En la foto podéis observar a un ganso que está siendo sobrealimentado a la fuerza -una práctica todavía extendida que, sin embargo, ya han prohibido muchos países occidentales- para hipertrofiar su hígado y que luego éste pueda utilizarse en la elaboración del foie-gras).

A lo largo de la historia de la Humanidad, han existido, y aún hoy existen, tribus, pueblos y comunidades humanas que se sirven de los animales para comer, para vestirse o para desplazarse y que, sin embargo, no ejercen sobre ellos ninguna clase de crueldad. A eso lo denomino ser civilizados.

Son pocas las personas conocedoras, en su verdadera dimensión, del enorme sufrimiento que experimentan muchos de los animales que son sacrificados en mataderos, ya sea para aprovechar su carne o para su uso en la industria peletera (otro día hablaré de los que se usan en experimentación e investigación). Y no sé si muchas las que saben cuánto sufren los que son entrenados para los circos o los que se torturan en determinadas fiestas populares. Unos actos que, a menudo, se apoyan, fomentan, e, incluso, aplauden. A lo que me pregunto: ¿cómo podemos crear un mundo mejor, sin guerras ni violencia, si los seres humanos, incluso en pleno siglo XXI, no somos capaces de respetar a los seres más débiles?

Más allá de mis convicciones personales, creo que tanto si una persona decide comer carne o pescado, como si decide vestirse con prendas que hayan sido elaboradas con materiales de origen animal, por lo menos sería deseable que reivindicara que esos animales se sacrificaran sin ninguna clase de sufrimiento. Porque medios para conseguirlo, los hay, pero requieren de la voluntad para ser aplicados.

Os confieso que anhelo un mundo éticamente avanzado en el que ya no se abuse, de ninguna de las maneras, de los animales (ni humanos ni no humanos). Aunque reconozco que se trata de una idea poco viable (que no utópica), por lo menos a corto plazo. Sin embargo, sería un paso de gigante que quienes decidieran seguir usando a los animales, ya sea para alimentarse de ellos, para vestir o calzar su piel, o bien como medio de transporte, lo hicieran evitando la crueldad o exigiendo la ausencia de la misma sobre ellos. Es una pura cuestión de dignidad y de compasión (ponerse en su piel).

Los que encontraréis más abajo son vínculos a vídeos en los que podréis ver algunos ejemplos (no son casos aislados) de crueldad ejercida sobre los animales por parte de los seres humanos. Sin embargo, soy partidario de que estas escalofriantes prácticas salgan a la luz, se vean y se den a conocer a la sociedad para que ésta pueda concienciarse. A fin de cuentas, no se puede cambiar una realidad si primero no se reconoce tal como es.
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ADVERTENCIA: algunas de las imágenes que muestran estos vídeos son de una extrema crueldad y pueden herir fácilmente vuestra sensibilidad.

- La otra cara de los abrigos de piel (Haz doble clic en la imagen del vídeo para ampliarla).
- En uno de tantos mataderos...

- Lo que no se cuenta del foie-gras

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