Iones y lámparas de sal

Actualmente, en los ambientes domésticos, conviviendo con los seres humanos, proliferan gran cantidad de aparatos eléctricos y electrónicos (televisores, ordenadores, dispositivos inalámbricos, aire acondicionado, etc.), fibras sintéticas (poliéster, lycra, nylon, microfibra, etc.) y ciertos materiales (como el plástico) que generan gran cantidad de iones positivos (denominados positivos por su carga eléctrica, pero que son perjudiciales para la salud).

Los iones positivos tienden a generar en las personas:

- fatiga,
- nerviosismo,
- sensación de pesadez,
- disfunciones en las vías respiratorias,
- dolores de cabeza,
- insomnio,
- ansiedad,
- dificultad para la concentración,
- alergias, etc.

Los iones negativos (negativos por su carga eléctrica, pero beneficiosos para la salud) son generados de forma natural:

- en las cascadas,
- en los bosques y espacios verdes,
- en la playa (a primera hora del día y a última de la tarde, sobre todo),
- a través de los vientos que llegan al continente provinientes del mar,
- mediante los rayos de las tormentas.

Contrariamente a los iones positivos (perjudiciales), los negativos (beneficiosos) producen:

- una mayor absorción del oxígeno a través de la respiración,
- un aumento del rendimiento psíquico y corporal,
- un mayor equilibrio orgánico y en las funciones fisiológicas,
- sensación de reposo y relajación, etc.

Una de las formas más naturales de generar iones negativos en los entornos domésticos es mediante el uso de lámparas de sal del Himalaya (que, normalmente, procede de las montañas de Pakistán), las cuales los producen mediante el calor que genera una pequeña bombilla de resistencia alojada en su interior.

Hoy en día, su uso se ha extendido tanto que podéis comprarlas en gran cantidad de comercios bajo muy distintas formas y tamaños, y a menudo a un precio muy razonable. Además, aparte de sus beneficios para la salud, su efecto relajante viene potenciado por la luz anaranjada que desprenden, muy usada en cromoterapia para este fin.

Las lámparas de sal son ideales para ser colocadas en:

- una mesita de noche,
- en la mesa donde colocamos el ordenador,
- junto a un televisor,
- en un cuarto de baño,
- junto al sofá del salón,
- en la habitaciones infantiles (sobre todo, si los niños están agitados o son nerviosos).

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