¿Te apetece comprarte una moto eléctrica?

Dado que el petróleo es una sustancia finita, dado que se acaban los pozos y dado que cada vez cuesta más extraerlo, llegará a un punto, dentro de pocos años, en el que el oro negro alcanzará un precio prohibitivo. Eso sin contar el daño medioambiental que comporta su consumo.

A pesar de ello, y tal como he comentado en otras ocasiones, no imagino un futuro al estilo de Mad Max. En modo alguno siento que vaya a ser apocalíptico. Al contrario: soy optimista; muy optimista.

Hasta que llegue el momento en que todos podamos disfrutar de las ventajas y bondades de la energía libre, vamos a vivir una etapa de transición en la que ya están disponibles toda una serie de vehículos eléctricos que nos van a permitir seguir disfrutando de nuestros desplazamientos sin emitir a la atmósfera sustancias contaminantes.

Mucho auge han cobrado últimamente los vehículos híbridos (una buena parte de los taxis de Valencia, lo son), que llevan ya años entre nosotros, y que suponen un gran ahorro en combustible y una menor polución. Y ahora, desde hace unos meses, ya se empieza a ver los primeros coches cien por cien eléctricos.

¿Pero y las motos? ¿Qué pasa con ellas? ¿Es que no hay motos eléctricas?

Pues claro que las hay. Y ya están disponibles en el mercado para quien esté interesado en ellas y pueda costeárselas.

Aparte de los scooters eléctricos, como el reconocido Vectrix, que existen desde hace años, en el mercado están irrumpiendo una nueva generación de motocicletas eléctricas de alto rendimiento, con unas prestaciones que poco o nada tienen que envidiar a las de algunas motos de gran cilindrada (autonomía de más de 300 quilómetros, velocidad de hasta 200 quilómetros por hora y aceleraciones de vértigo).

Las que os presento a continuación constituyen un perfecto ejemplo de lo que os acabo de comentar.

La primera de ellas es la Sora, de la compañía canadiense Lito Green Motion. Una preciosidad se mire por donde se mire.


La segunda opción es la norteamericana Brutus, que tampoco se queda corta.


Y la última, la también norteamericana Brammo, modelo Empulse.


A mí me gustan todas. Sobre todo, la Sora.

El día menos pensado...

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