Coescucha

Uno de los mayores retos que puede afrontar un ser humano es la comunicación con los demás. Fundamentalmente, porque en esa comunicación es fácil que surjan interferencias, malentendidos o fricciones.

A priori, parece que el diálogo es una opción muy deseable cuando entre dos personas afloran diferencias. Sin embargo, es frecuente que el diálogo dé paso al debate, y el debate, a su vez, a la discusión.

¿Y qué alternativa hay a esto?

La coescucha consiste, básicamente, en una interacción verbal entre dos personas en virtud de la cual una se expresa desde su sentir y la otra le escucha sin interrumpirle, sin hacer sugerencias y prestando especial atención a lo que la primera expresa. Es decir, no se establece un debate sobre cada una de las cuestiones que saca a colación el que habla. Luego, el que ha escuchado tiene la palabra para expresar su sentir, y su interlocutor se limita a escucharle al margen de cualquier posible debate.

En síntesis: uno habla desde su sentir y el otro escucha, pero sin debatir ni rebatir lo que ha escuchado. Y luego, el otro hace lo mismo.

¿Y qué conseguimos evitando llegar al debate? Pues, sobre todo, hacer partícipe al otro de cómo nos sentimos ante una determinada situación conflictiva, con lo que el otro puede disponer de información para comprendernos mejor, empatizar con nuestros sentimientos y poder recolocarse (por ejemplo, actuando con nosotros de otra manera). Y también, por supuesto, podemos conseguir reducir notablemente las posibilidades de caer en una discusión.

EJEMPLO DE DIÁLOGO-DEBATE-DISCUSIÓN:

Paco: Te has portado fatal conmigo. Yo pensaba que eras mi amigo. ¿Cómo has podido hacerme esto?
Miguel: Bueno, lo de fatal es una apreciación tuya. Yo no diría tanto. Simplemente, elegí ir al cine con esa chica que acababa de conocer.
Paco: Ya... ¿pero recuerdas que habías quedado en ir conmigo?
Miguel: Dije que que a lo mejor podríamos ir juntos, no que fuera seguro.
Paco: Pues a mí me pareció entender otra cosa...

EJEMPLO DE COESCUCHA:

Paco: Ayer me sentí incómodo con lo que pasó. Me refiero a lo del cine. Me habría gustado ir contigo a ver esa película. Me hacía mucha ilusión.
Miguel: Lo siento de veras, Paco. Al conocer esa chica tan atractiva me dejé llevar por mis emociones sin tener en cuenta tu deseo. Hoy soy yo el que se siente con cargo de conciencia por haber actuado así. Quizá me faltó un poco más de sensibilidad.
Paco: No te preocupes. Te agradezco que me hayas dicho todo esto y tu sinceridad. Ahora siento que no tiene tanta importancia...
Miguel: Me alegro, Paco.

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